Mientras el presidente Javier Milei derrocha 300 mil dólares en un fallido acto en Ushuaia, sus referentes en La Rioja, Gino Bisconti y Carolina Moreno, optan por un silencio que revela más que mil palabras. La falta de reacción frente al uso discrecional de fondos públicos, la abultada deuda provincial que supera los mil millones de dólares, y las crecientes denuncias de corrupción en el entorno libertario, muestra una preocupante falta de compromiso con los intereses de los riojanos.

El reciente gasto presidencial en tres aviones privados para un evento partidario que apenas convocó a 70 personas no solo refleja una desconexión absoluta con la ciudadanía, sino también una alarmante irresponsabilidad en el manejo de los recursos del Estado. Recursos que podrían destinarse a áreas críticas como salud, educación o infraestructura, especialmente en provincias como La Rioja, que enfrenta un ahogo financiero sin precedentes por parte del propio Gobierno nacional.

Sin embargo, lo más grave no es solo la ostentación. Lo más alarmante es que, frente a este escenario, los candidatos a diputados nacionales por La Rioja de La Libertad Avanza, Gino Bisconti y Carolina Moreno, no han emitido una sola palabra. No cuestionan el gasto, no denuncian las contradicciones del discurso de austeridad de Milei, y tampoco se solidarizan con una provincia postergada. Su silencio no es neutral: es cómplice.

Mientras repiten slogans vacíos como “¡Viva la libertad, carajo!” o “La libertad avanza”, el pueblo riojano retrocede. No hay propuestas, no hay defensa del federalismo, no hay autocrítica ni compromiso real. Solo obediencia ciega a un liderazgo que prioriza la propaganda por sobre la gestión.

A esto se suma su indiferencia ante las graves denuncias que salpican al entorno presidencial: desde las acusaciones de coimas contra Karina Milei, pasando por los vínculos de José Luis Espert con el presunto narcotraficante Fred Machado, hasta las investigaciones por corrupción en OSPRERA que involucran directamente al propio Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados y figura clave del armado libertario en La Rioja.

La verdadera vergüenza no es solo el gasto obsceno de Milei en plena crisis: es el silencio funcional de sus representantes locales. Porque callar frente al abuso es también una forma de validarlo.

Los riojanos merecen otra cosa. Merecen representantes que levanten la voz, que defiendan a la provincia, que pongan los intereses de la gente por encima del espectáculo político. Mientras tanto, el silencio de Bisconti y Moreno no solo los deja en evidencia: los define.